La recensio se estructura en distintos pasajes:
la relación de testimonios
la colación de variantes
la localización de errores
la construcción del stemma
la eliminatio codicum descriptorum
RELACIÓN DE TESTIMONIOS
Para una relación lo más completa posible hay que tener en cuenta no sólo los testimonios completos, sino también los fragmentarios e indirectos, los que hemos perdido bien porque fuerion destruidos en el pasado bien porque se encuentran en paradero desconocido.
Para que sea exhaustiva hay que registrar los testimonios conocidos y relacionados con ediciones críticas precedentes, pero también hay que atender a las fuentes de información bibliográfica, como los catálogos de manuscritos y de impresos de las distintas bibliotecas. Para la literatura española puede acudirse a bibliografías generales, catálogos de bibliotecas e inventarios de manuscritos, catálogos de incunables, historias de la imprenta.
De cada testimonio hay que ofrecer una amplia descripción bibliográfica, y una clara descripción de las características externas (cuando es manuscrito, si está copiado en pergamino o en papel, el tipo de letra y su época, el número de folios; si se trata de impreso hay que transcribir su portada y su colofón, y registrar el autor, el título, el lugar, el taller y la fecha de impresión, etc...) así como de su contenido (hay que señalar si está toda la obra, si falta algún folio, si contiene otras obras, etc...). También hay que indicar el lugar y la biblioteca en la que se halla el manuscrito o impreso, al igual que la signatura con la que allí se localiza.
Para esa descripción, lo recomendable es la consulta directa de cada uno de los testimonios en su respectiva biblioteca, pero también se puede recurrir a modernos medios de reproducción (con cuidado).
A cada uno de los testimonios relacionados se le asigna una sigla (tradicionalmente las letras mayúsculas del alfabeto). Hoy suele utilizarse un sistema tropológico (letras + números): el testimonio suele ser identificado con la letra inicial del lugar donde se conserva (M Madrid) y con la de la biblioteca (N Nacional) y un exponente numérico, si son varios los que proceden de esa misma biblioteca.
Muchas veces las siglas son ya asignadas por la práctica crítica precedente. Para no perderse Brian Dutton, en su Catálogo-Índice de la Poesía Cancioneril del Siglo XV, Madison, 1982, puso un orden aceptado por los investigadores:
LB2 Londres, British Library, Add. 33382 "Cancionero de Herberay des Essarts"
MH1 Madrid, Real Academia de la Historia, 2-7-2 ms.2 "Cancionero de Gallardo" o "de San Román"
PN1 París, Bibliothèque Nationale, Esp.37 "Cancionero de Baena"
SA7 Salamanca, Biblioteca Universitaria, ms.2653 "Cancionero de Palacio".
En el caso de impresos, las letras pueden ser las iniciales del título y el número el año de impresión (CG11 es Cancionero General de 1511).
COLACIÓN DE VARIANTES
Para llevar a cabo el cotejo de unos testimonios con otros y realizar la colación de variantes (collatio: fase preparatoria de la edición crítica que sigue a la recensio) hay que elegir entre ellos uno que sea utilizado como texto base o texto de colación. Éste puede ser una buena edición moderna, o el mejor manuscrito o impreso conservado, o el más completo, el más antiguo, o de la edición más difundida, etc...
Sobre este texto base hay que realizar el cotejo de todos los testimonios para proceder al registro de sus variantes, sobretodo las de sustancia (como el cambio de una palabra por otra) que son las que valen para la filiación de testimonios, dejando al lado las de forma.
Con pocos testimonios, el registro de las variantes puede hacerse en los márgenes de la copia del texto base. Con muchos es mejor utilizar fichas o folios aparte copiando, en la parte superior de estos, un breve fragmento de texto con sus indicaciones (estrofa, verso, capítulo, párrafo, línea, etc...).. En distintos renglones sucesivos se irán registrando las variantes de cada uno de los testimonios, precedidas de su correspondiente sigla. Para mayor claridad conviene indicar también las palabras que preceden y siguen. Si se indica una omisión se utiliza om. precedida de las palabras omitidas y seguida de la sigla del testimonio.
Una vez colacionados todos los testimonios y comprobadas convergencias y divergencias hay que proceder a su clasificación y valoración. Es preciso, a tal fin, seleccionar los verdaderos loci critici, que son los errores, ya que solo los errores comunes y ciertos son válidos a la hora de establecer la filiación y clasificación de los testimonios. Tampoco puede ser un error poligenético (error en el que han podido incurrir de manera independiente distintos copistas).
Tampoco hay que pensar que la crítica textual se vertebre sobre el culto al error, pero éstos son imprescindibles a la hora de reconstruir el texto originario. Y, sin embargo, no resulta indispensable conocer el texto original para detectar los errores.
LOCALIZACIÓN DE ERRORES
No es nada fácil detectarlos, pero sí hay indicios. Son errores:
- palabras o frases contrarias a la lógica o al sentido del texto
- palabras o formas gramaticales que transgredan las leyes de la lengua que él utilizaba
- eliminaciones de rasgos de estilo típicos del autor
- lagunas en el texto que suponen una grave alteración de sentido
Una vez detectados los errores significativos y evidentes, estos nos servirán:
- para demostrar la independencia de un testimonio respecto de otro (si hay al menos un erros en A y no en B - errores separativos)
- para poner de manifiesto la relación entre dos o más testimonios frente a otro u otros (hay al menos un error común en B y C y no en A - errores conjuntivos)
- para revelarnos que todos los testimonios descienden de un antecedente común, distinto del original, el arquetipo (los errores conjuntivos denuncian la existencia de un ascendiente único y perdido del que todos los testimonios han derivado)
CONSTRUCCIÓN DEL STEMMA
Los errores-guía son los que nos conducen a diseñar el árbol genealógico (stemma codicum) que forman los distintos testimonios.
El stemma es un gráfico que representa la filiación, relaciones y agrupamientos entre los distintos testimonios, las cuales remiten directamente al original o a un ascendiente común (codex interpositus entre el original y las copias conservadas). Éste puede ser el arquetipo (si agrupa a todos los testimonios) o el subarquetipo( si solo agrupa a unos de ellos).
La sigla del arquetipo es la "omega" o una x, las de los subarquetipos son las letras del alfabeto griego o las minúsculas latinas. Los testimonios utilizan las mayúsculas latinas.
Como el stemma posee la utilidad práctica de guiarnos en las operaciones de la restitutio textus y de la emendatio, constituye el verdadero canon del editor.
En su configuración pueden ocurrir distintos casos:
- stemma con dos testimonios (p. 91)
- stemma con tres o más testimonios (p. 92)
ELIMINATIO CODICUM DESCRIPTORUM
En la recensio se puede descubrir que algunos testimonios son puras copias de otros sin que aporten nada nuevo. A esos testimonios se les llama codices descripti, y al proceso de eliminación eliminatio codices descriptorum (p. 94).
CONTAMINACIÓN
Tamnién podemos descubrir que el copista ha enmendado el texto de su ejemplar con otro u otros ejemplares que pertenecían a otra rama de la tradición distinta de la del modelo del que copiaba. Este fenómeno, contra el cual no hay remedio, se llama contaminación y produce una transimión horizontal representada en el stemma mediante líneas discontinuas. Se trata de un fenómeno frecuente en los grandes scriptoria medievales, donde se disponía de varios ejemplares de las obras. Muchos presentan variantes interlineares y marginales, y serían una especie de compilación de variantes, una editio variorum.
La contaminación puede falsear con facilidad la filiación de los testimonios, e impedir la aplicación del método mecánico de la selección de variantes. En tal caso hay que recurrir a los criterios del usus scribendi y de la lectio difficilior (problema estudiado por Cesare Segre, 1961).