venerdì 1 febbraio 2013

La retórica

Retórica: disciplina que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje, puestos al servicio de una finalidad persuasiva, estética o investigativa, añadida a su finalidad comunicativa.

El conocimiento de la retórica es fundamental para el estudio de la creaciones literarias hasta el Romanticismo ya que, hasta bien entrado el siglo XVIII, es una disciplina normativa asimilada y aplicada, fundamento de todo discurso y soporte formal de la creación literaria.

Los tratados antiguos que sistematizaron la disciplina fueron la Retórica de Aristótele, el De oratore de Cicerone y las Institutiones oratoriae de Quintiliano.

La retórica comprende cuatro partes:
- inventio: la búsqueda de los argumentos que se van a desarrollar en el discurso;
- dispositio: orden en el que aquellos argumentos han de ser expuestos;
- elocutio: sobre la manera de exponerlos del modo más claro y persuasivo;
- actio: trata de oratoria, o sea de intonación, gestos y declamación.

Este esquema se aplicó en toda la Edad Media, tanto en la poesía como en la prosa (su más completo repertorio es Les arts poétiques du XIIe et du XIIIe siècles, de Edmond Faral (Paris, 1924). Aplicado a los diferentes modos de expresión literaria, analizó las nociones de los géneros, de los estilos y de las figuras.

Los géneros son cuatro: lírica, épica, dramática y didáctica.

Los estilos son tres: simple, templado o medio y sublime (cfr la "rueda de Virgilio").

Las clases de figuras son cuatro, pero se suelen repartir en tres:
- Figuras de dicción:
a) metaplásmos: alteraciones de los vocábulos en su estructura fónica habitual, ya sea por adición (prótesis, epéntesis, parágoge), por supresión (aféresis, síncopa, apócopa, elisión), por transposición (metátesis) o por contracción de sonidos (crasis, sinéresis).
b) figuras de construcción: modificaciones que afectan a la palabra al integrarse en el orden sintáctico (anáfora, conversión, reduplicación, paronomasia, hipérbaton, zeugma, pleonasto).
- Figuras de pensamiento: afectan a la forma de las ideas mismas (epifonema, gradación, antítesis, reticencia, hipérbole, prosopopeya, lítotes, apóstrofe, exclamación, interrogación, etc...)
- Tropos: cambios de sentido que experimenta la palabra dentro del discurso (metáfora, sinécdoque, metonimia).

Sobre este esquema se suele clasificar de fácil un ornato caracterizado por el empleo de los "colores retóricos" (figuras de dicción y de pensamiento), y difícil un ornato caracterizado por el empleo de los tropos.


INVENTIO

Más que de la "invención" del tema se ocupa de los procedimientos que permiten su desarrollo.

El procedimiento básico es la amplificatio, que presenta, entre otras, las siguientes modalidades:
- la interpretación consiste en la acumulación de palabras in torno a la idea que quiere expresarse, ya por enumeración, ya por repetición;
- la prosopopeya consiste en la representación personificada de seres inanimados o ausentes;
- la descripción es la forma más utilizada  y la mejor codificada de la amplificatio.

También se utilizan los topoi o lugares comunes. Existían unos topoi para la introducción (exordio) y otros para la conclusión, y casi siempre eran fórmulas de modestia, de presentación o de recapitulación final. Otros dependían del género del discurso, o de la época histórica, o de las edades de la vida.


DISPOSITIO

Una vez alladas las ideas, hay que exponerlas. La antigua retórica distinguía una serie de partes principales:
- el exordio;
- la división;
- la confirmación;
- la refutación;
- la conclusión.

Hoy, lo que queda de esta articulada exposición es una lacónica tripartición en principio, medio y fin.

Nessun commento:

Posta un commento